06 diciembre 2007

La ciudad de Viña del Mar y otras yerbas


Hola amigos, olvidé contarles que del 16 al 17 de noviembre recién pasado estuve en Viña del Mar. En la noche tuvimos una reunión, con señoras, los integrantes del “Círculo de ex-dotaciones del PP 60 Lientur”. Este Círculo fue creado, como tan bien lo describiera su Presidente don Leonel Amparán Moreno: “para continuar unidos en torno al que fuera nuestra unidad el PP 60 “LIENTUR”, en la cual forjamos un equipo de trabajo y camaradería que no debemos perder”. En otra oportunidad les contaré más del Lienturcito aunque en el blog ya he puesto algo de él. Pero esta entrada es para comentarles de mi querida ciudad de Viña del Mar.

Hacía bastante tiempo que no iba a Viña, la última fue cuando estaba convertida en un chiquero, labor del Alcalde González, quién para demostrar su calidad de “socialista” dejó que el centro y todo el sector turístico casi desaparecieran bajo la mugre y dicen que volcó todo su quehacer en los cerros. También demolió el Hotel Miramar y a raíz de ello fue destituido, pero el “pueblo” al poco tiempo lo eligió diputado, creo que actualmente está siendo desaforado o algo por el estilo.

Ahora la ciudad está realmente bonita, ordenada y limpia. Felicitaciones para la señora Alcaldesa, además que está demostrando que las autoridades del género femenino también pueden ser buenas, excelentes funcionarias públicas, capaces de dirigir una comunidad tan bien o mejor que muchos varones.

El domingo fuimos a la misa de doce a la iglesia de Los Carmelitas. La iglesia estaba llena, los fieles rezaban con devoción y el coro interpretaba cánticos de los que yo aprendí de niño. A la salida quedé impresionado por la gran cantidad de adultos mayores que usaban aparatos ortopédicos como bastones y sillas de rueda. ¿El clima? ¿la hora? Bueno, todo esto para recomendarles que visiten Viña, ciudad en la que me encantaría vivir mi últimos años, pero... a mi esposa le gusta Santiago y no hay más que hablar.

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