La iglesia San Vicente Ferrer, que todos llaman de los domínicos tiene un patio interior muy bonito, lleno de árboles y plantas. He pasado por ese lugar innumerables veces en mis más de 25 años en el barrio y que asisto a sus misas y nunca me había fijado en un inmenso palto que tiene el patio en el centro. Ayer fui a tomarle fotos y a medirle su circunferencia, tiene nada menos que 4,90 metros. Impresionante no, debe haber sido plantado en la época de Pedro de Valdivia.
2 comentarios:
Los arboles son seres tan generosos, cuando hay sol dan sombra, si son frutales, regalan sus frutos, dan cobijo a los pajaros y mil cosas mas... ademas son tan tolerantes, puedes escalarlo, pisarlo, tirarle las hojas, olvidarlo, y ellos ahi aguantando todo con una paciencia!.... Mucho tengo que aprender de los arboles, gracias
Querida MP. Qué lindos pensamientos, en realidad me haces meditar. Un beso.
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